Existen personas altruistas que con muy buenas intenciones en áreas de interés comunitario, defienden los valores en los que creen! Estos activistas son agentes de cambio cuya Mision aplaudo y admiro.
Dentro de este grupo de personas hay un sub grupo que despiertan en mi sentimientos contrarios. Este subgrupo podría considerarse el ala extrema de la idea. Si bien comparten el interés altruista y posicionan en el centro de su vida su noble intención. Sobrepasan la raya de la cordura al no querer persuadir y convencer sino imponer su pensamiento a cualquier desafortunado que decida escucharle. Pobre del que decidiese compartirle algunos puntos en contra de su posición pues estas personas no vienen a charlar sino a evangelizarte y todo lo que caiga fuera de esa línea es una herejía. Más peligroso aún es mostrar seguridad en una posición contraria pues se clasifica el valor humano partiendo de la posición. No existe la separación entre idea y persona. Se categoriza partiendo de si están de acuerdo a ellos (buenos) y malos (en contra) una confrontación entre “los míos y los otros” una distinción unilateral entre “los que piensan y los que NO”
El activismo de este sub-grupo sobrepasa lo social y se convierte en una especie de cruzada diaria en contra de las personas que son sorprendidas tomando micro-decisiones desviadas de su línea de pensamiento. Ya sea que te vean: con una funda plástica, pescando, en contra de la inmigración ilegal, en desacuerdo con los baños mixtos, apoyando al presidente ect… deberás prepararte para tu nalgada, por tu insolencia. Podriamos defenderlos diciendo que para estos activistas “cada granito de arena cuenta” pero es distinto si lo ves bien, se trata de puro marketing, un grito de identidad para hacerte saber cual es su posición loable y ser catalogado como “bueno”. Una hipocresía pues si fuera tan importante su posición no irian a ti sino a la raíz del problema.