La vida es difícil. Todo en ella tiene un nivel de dificultad que se ajusta a la persona que la vive. No importa lo que hagas los problemas y los obstáculos son parte de la experiencia humana.
Las personas piensan que si tomas decisiones pensadas y eres bueno no tendrás problemas pero cualquier decisión que escojas, lo seguro es que será difícil y traerá muchos problemas.
El matrimonio es difícil, el divorcio es difícil. Ser empleado es difícil, estar desempleado y ser emprendedor es difícil, caminos contrarios con el mismo resultado. Así mismo tanto si haces lo bueno como lo malo la vida te traerá problemas, llevar una vida que respeta las normas es difícil llevarlas al margen de la ley también es difícil.
Deberíamos de esperar siempre los problemas, sentirnos cómodos teniéndolos, un rudo camino es parte del caminar. Al menos la vida nos deja decidir sobre la magnitud y el tipo de problema que tenemos.
Puedes elegir el tipo de problema cuando escoges tú norte o meta, si tienes problemas familiares (porque te casaste) o problemas de soltero, Problemas de trabajo o problemas de dinero y dentro del área del problema podemos elegir entre tener problemas pequeños o problemas grandes. Aunque podríamos pensar que siempre preferiríamos tener problemas pequeños de poca magnitud y alcance la verdad es que grandes problemas significa que estás haciendo grandes cosas, los grandes riesgos son proporcionales a los grandes beneficios.
Pienso que cada quien tiene el problema que le representa y que le merece. Los problemas son frutos de lo que valoramos y de lo que nos importa. Para un padre sin vergüenza que un hijo esté por malos caminos es banal y ajeno no representando un problema pero para un padre de familia amoroso estar en esa misma situación es un problema importante que tiene que resolver cuanto antes.
Es realmente liberador saber que hagas lo que hagas será problemático y difícil pues te permite sacarlo de la ecuación a la hora de decidir sobre un tema importante. Si no tenemos en cuenta si será fácil o difícil una decisión da espacio a que otras características tomen protagonismo. Escogiendo entonces aquella decisión que aunque es más difícil o problemática desemboca en la consecución de un sueño.
Pelear por una meta casi imposible y perder con el orgullo de haber peleado es mejor que triunfar luego de haberse acobardado y tomado el camino más transitado por miedo a las dificultades pues en ambas decisiones obtendrás problemas difíciles pero solo en una obtienes satisfacción.