Un inmigrante en Europa5 minutos de lectura

Aún después de un año en Europa no he podido dejar de sorprenderme por el desarrollo de todos los países europeos. El estilo de vida, la organización, la seguridad, la limpieza, las facilidades y sobretodo la mentalidad me han resultado alienígenas. Habiendo vivido y visitado países latinoamericanos esto es el cielo en la tierra. Es por esto que me resulta entendible que todos quieran quedarse aquí.

Por otro lado estoy viendo en vivo un cambio total en Europa, observo la tendencia de cómo en algunos de estos países desarrollados como Francia, Alemania y españa están cambiando para peor y todas las características que antes mencionaba se están diluyendo. La criminalidad va en aumento, el estilo de vida está cambiando y las facilidades gubernamentales se están limitando. Es por ello que muchos apuntan a la inmigración como culpable de la crisis dando lugar a que haya racismo, yo mismo he sido víctima y he visto de primera mano el racismo hacia otras personas. Aunque no es un racismo violento si es palpable y no es agradable. Es racismo indirecto, débil y mudo.

Considero que ser racista está mal y es una estupidez humana juzgar a una persona por su color de piel o lugar de procedencia, todos nacemos iguales y tenemos las mismas capacidades, aunque sus razonamiento están lejos de tener un milímetro de verdad o razón creo que al proponer que se le impida la entrada a inmigrantes para terminar con la crisis está más cerca de la solución que la de los políticos liberales que les acusan de racistas (que lo son en su mayoría) y que por ende abren las puertas del país aun más a inmigrantes, combatiendo el problema con educación e integración.

Cómo latino me resulta obvio que la multiculturalidad está tirando por tierra el equilibrio y todos los avances de estos países, porque que todos los europeos tienen una mentalidad muy diferente a la de nosotros los inmigrantes pero homogénea entre ellos. Tanto los inmigrantes de latinoamerica, como de Medio Oriente y de Africa tienen algo en común, un instinto de supervivencia. Se necesita de mucha competencia, habilidad y astucia para triunfar en estos países, un tipo de picardía o inteligencia que se obtiene gracias a las experiencias extremas que vivimos allí de donde venimos y que por ende no tiene el hombre europeo. Haciendo a este último más soso que su contraparte el inmigrante arriesgado que sale de su país en busca de un mejor futuro.

La mujer europea ama al inmigrante: latino, de Medio Oriente y/o africano. Los negocios premian y halagan el trabajo arduo del inmigrante. Es por ello que no es sorpresa que el racismo la mayor parte del tiempo venga desde el hombre pues el inmigrante le está quitando la comida y sus mujeres.

Esta mentalidad europea es tan distinta que lo que para nosotros es obvio y/o una oportunidad, para los europeos no les pasa ni por la cabeza. Un político europeo no se puede preparar para lo que no conoce. Por ejemplo pagar por tener hijos para un inmigrante es una forma de teniendo muchos hijos vivir del estado, No poner barra de entrada que se abra con un ticket válido de tren como restriccion de entrada al tren, será explotado por un inmigrante (aunque tenga el dinero, le pasa por la cabeza pasar sin pagar). El tránsito europeo tan tranquilo respetuoso y educado es el ambiente Perfecto para que un agresivo conductor inmigrante acostumbrado a con habilidad manejar, haga todas sus maniobras y llegue más rápido. El no ponerle candado a la bicicleta por parte de las personas o no ponerle candados a sus sillas de la terraza por parte de los negocios cuando cierran, es algo que en países tercermundistas no harían por qué se lo robaría cualquiera. Son ejemplos de obviedades para los inmigrantes que los europeos, no entenderían porque no piensan así. El inmigrante tiene una mirada más individualista mientras que el europeo piensa en su comunidad, el inmigrante prefiere pedir perdón que permiso, mientras que el europeo no pide perdón ni permiso porque sigue las normas y si no se puede no se puede. El inmigrante no tiene cuidado a la hora de avanzar mientras que el europeo es muy relajado, poco ambicioso y ocioso.

Me he dado cuenta que todo en sociedad desde las relaciones amorosas, hasta las relaciones laborales dependen mucho de la cultura y de las experiencias previas de cada persona y el conglomerado de lo que piensa cada persona del pais es la cultura. Creo que los inmigrantes logran cambios en la sociedades más profundos que sus líderes políticos. Por qué así como cuando en biología pones artificialmente una especie animal sin depredador en un ambiente paradisiaco termina proliferando, comiendo mejor que todos, multiplicándose y por ende cambiando el ambiente, el inmigrante en Europa de distingue por su forma y tambien se beneficia de todo el hueco existente en una sociedad como la europea.

Las personas fuertes traen desarrollo y esos países desarrollados crean tiempos buenos que exigen de sus ciudadanos valores distintos, creando personas débiles. Las personas débiles traen políticas modernas que perpetúan generaciones de personas débiles. Al agregar personas con diferente cultura y que ven toda las estupideces como lo que son, te encuentras con fraudes al gobierno en el sistema de ayuda, robos, estafas, informalidad y un sin número de problemas derivados de un sistema que ya no está preparado para tratar con personas difíciles que piensan diferente.

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