Siempre escucho al hablar de alguien que le está yendo muy bien, la objeción a su éxito de que “recibió ayuda” sea de un padre, un amigo, su pareja o un tío, en fin haciendo referencia a que su gloria se debe a la ayuda de alguien más y no de su mero esfuerzo.
La verdad es que todos al final hemos recibido ayuda de una p otra persona. Somos hijos de la suerte y de las relaciones. A caso a todos no nos han ayudado nuestros padres, un familiar o un profesor, contribuyendo en mayor o menor medidas en quienes somos hoy.
Por otro lado las ayudas son también hechos que se deben de adjudicar al mérito del que es ayudado. Apostaría que si esa persona que fue agraciada con un puesto bien pagado, por la relación de su padre con el jefe de la compañía, fuera en cambio un criminal desaliñado sin preparación académica no obtendría la ayuda, sea quien sea su enlace.
Las ayudas son premios obtenidos. Si ha diferencia de esa persona que tuvo “suerte” y le está yendo bien, tú no has recibido ayuda de nadie quizás es porque no eres merecedor de ayuda. Si tu vieras a una persona excelente en un puesto de trabajo pésimo, no le ofrecerías tu ayuda? No le ofrecerías a esa persona un trabajo mejor en tu empresa, para así beneficiarte?