En el último año de colegio como es tradición se hace votaciones para predecir el futuro de los estudiantes del último año. Por decisión Unánime la promoción del colegio eligio a Omar con el reconocimiento de ser la persona que más probablemente tendrá éxito fuera del colegio.
Era un resultado previsible pues Omar era el alumno con mejores calificaciones del colegio, fue el mas disciplinado y formo parte de todos los grupos académicos extracurriculares. Era tan bien estimado por todos que fue impuesto como presidente del colegio por la administración durante múltiples años, acabando con la política de no reelección y nadie se quejó.
Omar era reconocido por todos como el chico ideal pero en su interior él no lo sentía así más bien quería ser como Carlos: el payaso del curso, un chico que se llevaba bien con todos, el capitán del equipo de Football y quien una vez fue su mejor amigo. Durante los primeros cursos del colegio ambos eran inseparables, jugaban juntos, eran los más populares, se sentaban juntos, hacían y decían siempre lo mismo.
El deterioro de la relación comenzó en 5to grado cuando cambiaron de profesores para así adentrar temas más complicados, uno de esos profesores era el Sr.Javier el profesor de matemáticas y muy amigo de la familia de Omar. El tema clave del año y para el resto de la colegiatura eran las fracciones matemáticas, Carlos fallaba miserablemente en ellas, parecía siempre distraído con otra cosa mientras que Omar forzado a centarse en la primera fila por el profesor y decidido a aprobar para no tener consecuencias en casa, cuando el Sr. Javier se reúna con su familia, se esforzó y comprendió el concepto de manera tal que recibió buenas calificaciones.
El profesor Javier en las reuniones del colegio hablaba muy bien de Omar pero los demás profesores señalaban que en sus materias no era bueno, que siempre parecia más interesado en divertirse con Carlos. El sr. Javier abogó por Omar para que este recibiera más atención y puntualizó que si se distraía era por Carlos, por lo que propuso que fuera asignado en todas las clases a uno de los primeros asientos, cerca del profesor/a y del Pizarron. Los profesores accedieron.
Ese año Omar hizo nuevos amigos: los compañeros nerds de quienes ignoraba su existencia, se dio cuenta de que no eran tan bobos como él y Carlos pensaban y que eran muy buenos pues en ocasiones le explicaban temas de la clase que él no entendía.
Desde entonces la amistad de Carlos y Omar fue tomando otro rumbo pero aún ambos se divertían juntos entre clases y en recreo. El golpe mortal a la relación vino cuando Los demás profesores a comienzo de año ya convencidos del cambio de Omar decidieron dar un paso más y separarlos de sección del curso con la esperanza de que Carlos también cambiara. A partir de ese año Omar y Carlos encontraron nuevos mejores amigos.
Adelantándonos al último curso y ya apenas se veían. Es como si hubiese entre ellos una pared invisible que los separara, ambos pertenecían a mundos tan diferentes, que retomar la relación era inviable por incompatible por lo que ambos sin acuerdo alguno y por amor a los recuerdos decidieron no intentar volver a hablar.
Aún así la existencia de ambos no era ignorada por ninguno. Omar secretamente admiraba a su ex mejor amigo. Admiraba su don con la gente y le impactaba la poca preocupación que tenía ante los examenes de admisión de las universidades, se pasaba la época de pre-universidad de fiesta y tranquilo sin esperanza ni deseo de ir a la mejor universidad. No sabía cómo lo hacía pero si que también quería ser así. Ese año decidió hacer un cambio y ser más como Carlos.
Omar intento hablar con sus compañeros más sociales sin éxito, intento participar menos en clase pero ante su pasividad los profesores le preguntaban directamente, intento hacer deportes pero sus amigos académicos no le dejaron riéndose de la idea por ser una pérdida de tiempo, intento hacer chistes pero los únicos que se reían eran sus amigos nerds, los demás parecían tener vergüenza ajena ante lo dicho, el poco contacto con los más cool del curso lo alienizo.
Su estilo, su lenguaje y su pensamiento era distinto al de los demás, no podía comunicarse efectivamente todo intento se veía frustrado. De lo único que podía hablar con los demás era de temas relacionados a clases… y era más bien un triste intento del compañero para que él le pasara las tareas. Pedimento que le aborrecía pero que a los demás les parecía tribal, para ellos era tan simple como darles el cuaderno y Omar se negaba por maldad pero para Omar era un sinsentido dar una tarea que no se hizo y que ni se entiende, una ofensa a los principios y valores fundamentales.
En un intento de acercarse más a los demás estudiantes, Le pidió a sus padres que de los días de actividades extracurriculares académicas se le apartara uno para descansar con la esperanza de utilizar susodicho tiempo para socializar pero sus padres se sorprendieron y le preguntaron extrañados si se sentía bien de salud por ser la primera vez que su ejemplar hijo queria hacer algo diferente, achacaron su intención a la estresante época de examen de admisión y cambiaron de tema.
Omar era el mejor de La clase, tenía todos los éxitos que podía tener a su edad pero odiaba su vida. Vio cada año de colegio como una pérdida de tiempo.. no tenía memorias, no disfruto de fiestas, excursiones o experiencias, en cambio estudio, hizo lo que tenía que hacer y triunfo.
La encuesta del colegio no se equivocó, al final Omar fue el más exitoso.