Una persona que sabe mucho puede ser percibida como superior a otra que no sepa tanto pero si esta última sabe mucho sobre ese poco y la primera poco de mucho.. la que sabe poco es mejor. Podemos ir un paso más allá y decir que aún cuando la persona que mucho sabe, es ahora alguien que ha profundizado y sabe mucho de mucho, esta no dejaria de perder ante aquel que sabe poco.
Esto por qué la información puede ser buena y mala. La información como la comida es sobrada y diversa: existen con mucha azúcar con poca, altas o bajas en grasa, peligrosas en muchas cantidades y chatarra. Cada idea o información que consumes tiene igualmente un efecto en ti, dependiendo de esto podemos catalogar un conocimiento como bueno o malo.
Un conocimiento que produce éxito, felicidad y amistad es bueno. Mientras que un conocimiento que produce ansiedad, depresión, desesperanza es malo.
Es por eso que el que come indiscriminadamente y sabe mucho de mucho, sin dudas ha comido disparates… lamentablemente cuando una información es consumida no puede ser olvidada fácilmente, acarreándola con todo su peso.
Si dos personas diferentes duermen un fin de semana en una casa embrujada y a una se le dice que es embrujada (o ella investigó y encontró pruebas de aparecer fantasmas) y a otra no se le dice nada. Quien crees que dormirá mejor? Quien estará más atento a todos los sonidos exteriores y no cerrará un ojo?
Nuestro cerebro es una máquina de patrones, una vez que asimilamos un patrón, el cerebro inconscientemente lo usará para interpretar un escenario. Si asimilas una idea limitante y victimizante, al enfrentarte a un problema tú cerebro usará lo que tiene a mano para resolverlo (este tipo de encuadre solo producira señalamiento de culpa y ninguna solución).
Es por eso que debemos antes de decidir leer algo preguntarnos: ¿este nuevo conocimiento es necesario, me pondrá en una posición de más poder, responsabilidad o no?