Escalar una montaña con un arnés de seguridad nos impide dar lo mejor de nosotros.
El tener una red de seguridad para el caso de que nos equivoquemos paradójicamente nos hace equivocarnos más. Esto porque el esfuerzo no es completo sabemos que si nos equivocamos no moriremos por lo que la atención no es plena y la búsqueda de una solución o del éxito no es obligatorio sino opcional desencadenando un peor rendimiento.
Ciertamente tenemos más que perder (la vida) que lo que tenemos que ganar (dar lo mejor de nosotros) si decidimos no usar un arnés al momento de escalar. Pero el principio es el mismo en todos los ámbitos: La seguridad te acerca más al fracaso que al éxito. Cuando solo tenemos una opción esa opción tiene más posibilidades de consumarse, que si tuviéramos esa opción acompañada de múltiples opciones. Es una práctica del arte de la guerra quemar los navíos (o el medio de transporte de regreso de los soldados) para que los soldados no tengan más opción que luchar y así rindan mejor.
Así mismo tener unos padres buenos que nos brinden la prerrogativa de pedir ayuda y salvarnos completando nuestras facturas es una forma de perpetuar nuestra dependencia. Dado que no corremos peligro de morir de hambre, no hay un sentido de urgencia.
En conclusión el riesgo de perder lo valioso hace que lo cuidemos más. Deshazte de la red de seguridad y logra tus sueños.