La belleza de los monumentos2 minutos de lectura

El fin de semana pasado estuve visitando varios países turísticos. Hice este viaje con la idea de ver cada esquina y saborear cada plato típico.

Al volver a mi país con mis amigos en varias ocasiones estuve contándoles la experiencia que tuve con detalles y en todas las ocasiones me daba cuenta que era del primer país que visite del que más hablaba aun cuando fue el ultimo el que más disfruté.

Mi galería de fotos también revelaba un favoritismo por el primer país para mi sopresa era del último país (mi favorito) del que menos fotos tenía.

Analizando la situación llegue a la conclusión de que después de ver muchos monumentos en los primeros países, el monumento del último país no me pareció tan bonito. Esto porque el primer país tuvo un contraste mayor por ser comparado a lo de mi país, además la novedad latente en mi en los primeros países me hacía tomar más fotos. Al llegar al último país la costumbre ya comenzaba a asentar, por lo que para tomarle una fotografía al monumento este debía de ser mejor que lo mejor de los demás países, la vara de belleza del nuevo normal subió considerablemente.

Este mismo fenómeno pasa en la vida por ejemplo en las interacciones sociales, cuando una persona siempre hace las cosas muy bien las damos por normal, por lo que no se lo agradecemos o reconocemos mientras que una persona que suele conducirse mal, un día hace algo bien y se lo celebramos en grande.

Para contrarrestar el fenomeno debemos de ser más conscientes, pensar en el nivel de trabajo que se necesito, prestando más atención a los detalles y siendo empatico con lo que se requiere para lograr algo. No se trata de no reconocer al malo cuando hace algo bueno o al monumento bonito cuando hay más bonitos sino de celebrar y reconocer todo lo bueno. La conciencia de lo que le Toma a quien hace todo bien hacerlo bien, permite que le reconozcamos cada acción buena y al país que tiene muchos monumentos bonitos si no lo comparamos sino que lo vemos cómo es y lo que se necesito sobresaldrá aunque se encuentre entre miles de monumentos bellos.

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