En la industria de la ropa es bien conocido el fenómeno de la moda, donde en un lapso corto de tiempo un tipo de ropa se vende más que otras. Aquellos que se montan en la moda utilizando las prendas en tendencia tienen la ganancia de ser percibidos como de buen gusto y modernos. El que la contradice pierde la oportunidad de sobresalir y se arriesga a recibir burlas.
Pero este concepto de moda no es único de la ropa, en el pensamiento también existe. Cada tiempo promueve un discurso más que otros, resonando en las salas académicas y en diferentes puntos sociales los mismos discursos intelectuales entre los modistas.
Esta moda es un combo de ideas, valores y moral cuya venta no puede desprenderse, el discurso por tanto contiene un bagaje de suposiciones que van más allá de la idea principal. La violacion o contradicción de la moda o de algún componente de ella puede traerte una gama de problemas peores que los derivados de la moda en ropa, pudiéndose mencionar entre ellas: el riesgo de ser catalogado como retrógrado, un -ismo (racismo,clasismo, terroismo) o ser una paria social.
Las pasarelas de este tipo de moda son los estantes de las bibliotecas chic, twitter, los debates presidenciales y discursos de los líderes de opinión. Es casi una necesidad para estas personas decir lo que dicen, su incentivo está en obtener los beneficios de andar a la moda. Todos los que atienden a las revistas de moda quieren ser los modelos oficiales de ellas para así poder beneficiarse de toda la industria y ser uno de sus líderes. Seguir la moda paga y por eso se promueve a aquellos que están a la moda.
Pienso que Las personas en las que se se debe de invertir es en el anti-moda aquel que contradice una moda expresando ideas que nos dan miedo y que voltean nuestros ideales. Quien investiga o habla sobre lo que está en boga está hablando más de lo mismo, nos están haciendo perder el tiempo.