Esta forma de pensar es muy característica de nuestra era. Al terminar una relación amorosa lo primero que escuchamos de nuestros amigos y familiares es “más alante vive gente” como una inspiración para alentarnos a seguir nuestras vidas.
Esta frase viene del hecho de que somos más de 7mil millones de personas en el mundo, una inagotable fuente de elección, donde existe una gran variedad. La lógica es la siguiente para que llorar por una persona cuando hay tantas personas ahí afuera. Una mirada positiva pero que tal ves sea tontamente positiva.
Aunque somos muchas personas en el mundo, por circunstancias como el país, tiempo, edad, intereses, costumbres, atracción sexual y el hecho de que debes de ser correspondido en el amor nuestro ámbito de donde elegir se ve muy reducido.
En tu vida por cuestión de tiempo no entras en contacto ni con 10mil personas..De esas pocas con las que logras tener contacto profundo, estás deben de cumplir tus requisitos y debe de haber reciprocidad. No creo que en tu ciudad haya más de treinta personas con esa posibilidad y de estas treinta, varias ya tienen pareja. Podríamos ir tras la búsqueda de ese último puñado de personas pero es difícil de encontrar: El simple hecho de coincidir con alguien en el supermercado es un milagro, fruto de un millón de posibilidades donde un atraso o un adelanto en la tela de araña de eventos (el carro duro mucho para prender) hacen imposible el tú conocer a esa persona del supermercado.
Es por eso que si tienes la suerte de encontrar una de esas personas especiales, es mejor esforzarse por ella y perseverar dentro de lo prudente. Pues no todas las personas son iguales, luchar por alguien especial es mejor que ir deambulando. Casi seguro que miles de parejas felices se han dejado su par de veces y por qué no pensaron así de “más para delante vive gente” hoy tienen un bonito hogar.