La meritocracia: una fruta envenenada.6 minutos de lectura

Darle a cada quien lo que se merece no es justicia. Y la única manera de que lo interiorices es diciéndote la verdad: Te vas a morir sin llegar a ser rico/exitoso y la sociedad no quiere que lo sepas.

La meritocracia es el sistema que busca organizar la riqueza y el poder a través del merecimiento. El mundo está organizado de una manera meritocratica donde el que tiene más dinero o poder es quien más se lo merece. La premisa de que lo único que te impide ser un jugador de baloncesto como Lebron james es nuestra falta de compromiso, esfuerzo, habilidad y por ende mérito es en si meritocracia.

La meritocracia surge como una forma de progresar socialmente de manera justa, donde cada quien tiene el fundamento de su logro o puesto en el mérito. Esta ideología se intuía mejor que sistemas de linajes como la monarquia y el feudo pero La meritocracia Realmente no era muy diferente ya que asignar la riqueza en función del mérito no reduce la desigualdad, sino que solo la reorganiza alineándola con el mérito lo cual es injusto.

En sus inicios la meritocracia fue un objetivo fácil de derribar por los críticos sociales por la injusticia de premiar al mejor o el más merecedor en una sociedad de desigualdad. ¿Cómo podemos aplaudir al ganador de una carrera de 100metros cuando compite con personas que inician a correr a un kilometro de la meta o que son discapacitadas? Es por eso que el sistema pivoteo a un nuevo ideal: La meritocracia pero en un formato de igualdad de oportunidades. Donde todos tienen las misma herramientas y pueden competir en igualdad y ahora si llegar hasta donde su educación y esfuerzo les permita. Dándole así un nuevo maquillaje de justicia a los ganadores.

Pero esta idea fue hecharle más leña al fuego pues no fue una solución si no que fue una mejor justificación para la injusticia y la desigualdad.

El problema central de la meritocracia es que en su esencia es fantaseosa, su piedra angular se basa en mentiras Y por ello La meritocracia es una fruta venenosa.

La meritocracia desestima el papel de la suerte y la aletoriedad de la vida. La verdad es que las oportunidades no son iguales para todos.

Aún en un mundo que busca la igualdad de oportunidades tenemos grandes desigualdades de riqueza y herramientas. Nuestras sociedades discriminan en las maneras en las que se reparten las oportunidades: a favor del hombre sobre la mujer, a favor de un color de piel sobre otro, por la nacionalidad y hasta dentro del mismo país nacer en un lugar u otro puede pontecializar nuestras oportunidades.

Las circunstancias son una pieza esencial del rompecabezas. Factores aleatorios y necesarios como la Salud, la familia, amistades, Mentores, profesores, acceso o no a información privilegiada,una buena competencia que nos empuje a mejorar y más.

Pero Aún en un mundo utópico donde todos tenemos las mismas circunstancias, oportunidades y herramientas. El ideal meritocratico es imposible pues Todos los seres humanos somos diferentes, somos cócteles de los genes de nuestros padres. Heredamos distintos comportamientos, aptitudes, talentos aleatorios y precondicionamientos que nos hacen más proclives a determinadas conductas que pueden o no pueden favorecernos en un momento dado.

El mérito y la genealidad así como la locura son una estadística. En países sobrepoblados es natural que aparezcan mas asesinos seriales así como es más natural que aparezcan mas personas genios.

Las habilidades que premia la sociedad hoy es aleatorio así como nuestras habilidades. Un genio depende de la cultura y de lo que ella valore.

En resumen, con un ejemplo: LeBron James tuvo la suerte de nacer en salud con los genes indicados (talentos y altura) tuvo la suerte de nacer en la época que valora mucho un juego de 10 personas y un balón llamado basketball, en un país seguro con facilidades donde ese deporte tiene su sede. Si Lebron hubiese nacido en la Rusia medieval no hubiese sido rico.

Lo mismo aplica a todas las personas exitosas de distintas profesiones: actores, modelos, emprendedores, atletas ect Cada quien tiene talentos que los hacen más proclives a triunfar en una o en otra profesión. Estas profesiones puede ser ganadoras (bien pegadas) y perdedoras (mal pagadas) y esto depende de los tiempos.. Fuera de los reflectores vemos personas que son lo mejor de lo mejor en sus profesiones pero que sus actividades la sociedad no las valora tanto y por ello luchan por llegar a fin de mes. El campeón mundial de memoria puede ser tan bueno como lo es LeBron jugando al baloncesto pero nadie sabe su nombre y dudo que viva como millonario.

El hecho de contar con un talento natural para una profesión ganadora es una obra de la suerte así como heredar una gran fortuna e inversiones. Por ende el dinero no tiene algo que ver con mi mérito. Bajo el ideal meritocratico no se es merecedor.

Se podría sobreestimar el papel del esfuerzo como determinante pero si bien la plasticidad del cerebro es verdad resulta una verdad a medias. Cada quien tiene un techo y el de algunos son más altos. Si bien Lebron no es el que más entrena o practica si es el Mejor.

La meritocracia es malo para ti porque es una fruta venenosa para quien la prueba. Esto porque denigra a los perdedores y afecta la percepción que estos se tienen de sí mismos. El creyente que no es rico termina lastimado. Pues para quien no encuentra trabajo o aún teniéndolo no puede darse un lujo o nisiquiera llega a fin de mes, es difícil rehuir a la desmoralizadora idea de que su fracaso es culpa suya, de que todo se reduce a que carece de la excelencia necesaria para tener éxito.

La idea de que el sistema premia el talento y el trabajo anima a los ganadores a considerar que su éxito ha sido obra suya como un indicador de su virtud, olvidando lo mucho que les han ayudado la fortuna y la buena suerte mirando así con un aire de superioridad a quienes no han sido tan afortunados como ellos Es una fórmula de discordia para la sociedad, los perdedores ven el menoscabo de su estima social.

La meritocracia es un arma sin el cual la elite no puede justificar su riqueza. La meritocracia cómo está concebida congratula a los ganadores. Es por lo que es tan importante para ellos vender la idea meritocratica.

La meritocracia y el capitalismo se derrumban juntos. La piedra angular del capitalismo es la meritocracia la fe ciega de que es posible la movilidad ascendente de que es posible el sueño americano. Es por ellos que los nuevos sex símbols son emprendedores que atestiguan lo mucho que trabajaron. La ilusión de llegar a la cima y tener la vida de las películas hace que las persona se rompan el lomo en la búsqueda de ser parte del club.

Un sistema económico debe tener en cuenta, pues, la clase de deseos que tiende a generar, y no solo su eficiencia a la hora de satisfacer los deseos existentes en un momento dado.

La meritocracia deja escaso margen a la solidaridad que puede surgir cuando reflexionamos sobre la naturaleza suertuda del éxito disminuyendo la capacidad para ser conscientes de que compartimos la misma sangre y un destino común con nuestra especie. Ser felices.

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