El ser humano es un individuo racional de derechos y autonomía pero no por eso dejamos la etiqueta de animal, es lo que somos ante todo, pero nos diferenciamos de los otros animales por nuestra capacidad social de formar grandes grupos llamados sociedades donde vivimos en interdependencia en la búsqueda de una vida más segura, más feliz y más completa.
Estas aptitudes sociales del ser humano se encuentran en el cerebro y es la psicología la disciplina encargada de estudiar la psique del ser humano. Los avances de la psicología nos han permitido entender cómo funciona nuestra mente, que es la salud mental y el porqué de algunas conductas. Mientras más se profundiza en la psique humana más nos damos cuenta de nuestra irracionalidad. Pues como animales hemos desarrollado atajos genéticos para evitar peligros. Estos atajos se convierten en irracionalidades inconscientes llamados sesgos cognitivos.
Cuando el ser humano actúa en colectivo actúa como un gran ser humano, como una bola humana que piensa como la mayoría de los que conforman esa sociedad.
Creo que las sociedades en algún sentido sufre de algunos de los sesgos del ser humano como individuo. En ella podemos ver cómo se refleja la irracionalidad de algunos de los sesgos.
Sesgo grupal: un grupo de países a los cuales nos aliamos piensan de determinada manera pues nosotros como país ratificamos.
Sesgo de memoria: la sociedad tiende a recordar más los acontecimientos muy negativos que los cotidianos. Por ejemplo el 9/11 aún 20años después todos los años se le hace una ceremonia de recuerdo pero las miles de muertes por accidentes de tránsito cotidianas pasan más desapercibidas.
Así como es útil el conocimiento de los sesgos a fin de identificarlos cuando están a punto de suceder en nuestras vidas, es idóneo analizar el pulso social en situaciones donde la política se enfrente a decisiones importantes para analizarlas mejor en vista de la psicología y tomar así mejores decisiones.