Vivimos en un mundo donde los recursos son distribuidos de manera injusta.
El 1% de la población tiene el 95% de los recursos. Una riqueza que muchos no Trabajan si no que viene como en la monarquia pasando de generación en generación. Para todos sería injusto castigar a una persona por los delitos de sus abuelos, pero es perfectamente justo que los nietos sigan viviendo de los rendimientos que dejo el abuelo.
La distribución de la riqueza toma hoy la forma de la meritocracia como un intento de legitimación pero es un intento no mucho mejor que el de legitimar por la sangre.
la meritocracia es también cuestión de suerte y por tanto tampoco puede justificar la distribución de la riqueza. La meritocracia es suerte disfrazada.
Llega por suerte de ambiente y circunstancias. Una familia estable, una ciudad segura, educación, salud y riqueza (para los occidentales puede resultarle útil saber que la mayoría del mundo vive con menos de un dólar al día).
Bill Gates en Latinoamérica no hubiese tenido la suerte como la tuvo de ser uno de los primeros en experimentar con la computadora, mark zuckerberg en una universidad de Nigeria no hubiese podido captar de otros la idea de Facebook y ejecutarla exitosamente, Jeff Bezos si hubiese sido pobre en afaghistan no hubiese sido el hombre más rico. Estás Afirmaciones no se oirán nunca de la boca de uno de estos billonarios pues así como el “Gran hermano” o Los Kim-Jong-Un en Korea del Norte, dependen de su aura de superioridad para justificar semejante disparidad de riqueza.
Pero aunque la persona no le deba nada al ambiente ni a las circunstancias (cosa muy dudosa) y tenga éxito por ser “superior”: mental o físicamente. Su éxito lo debe también a la suerte. Solo que es una suerte menos visible. Una suerte genética. Hay genes que nos hacen más o menos proclives al éxito. Genes que nos hacen pensar más a largo plazo, ser obsesivos, perseverantes, inteligentes, flexibles, tener mejor voz o oído ect ect. Estos genes son dados a nosotros por nacimiento, por el cóctel de cromosomas aleatorios que tomamos de nuestros parientes ascendentes.
Pero la suerte va más allá y juega un papel aún mayor. Pues no solo el cantante tuvo la suerte de nacer con voz si no que la tuvo también de nacer en el momento donde el cantar es percibido como una profesión de valor. Si hubiese sido cantante de la edad media no correría la suerte de ser millonario.
Todo esto es una verdad escondida. El sistema está dañado y los medios de comunicación son utilizados para maquillar el asunto. Pues se necesita del 90% de la población para mantener al 10% restante viviendo como reyes.
La meritocracia es un arma. Se utiliza para hundir al pobre catalogándolo de incompetente… por su falta de trabajo duro. Necesita que pienses que tienes chance de superarte y que eres pobre por qué quieres o por qué no te esfuerzas para que mantengas en su pedestal a los millonarios.
Los poderosos no darán su posición privilegiada por que si. A ellos no le conviene. Te mantendrán ocupado con trabajos de mierda. Que consumen tu tiempo de educación y experimentación. Ocupados con chismes y videos chistosos. Te llenarán de amor y paz.