Todos tenemos Días en los que las cosas no nos salen como queremos dias que nos sugieren que estamos fracasando en la vida pero todo esto es una ilusión.
Ese sentimiento es producto de los esquemas convencionales del pensamiento y conducta del sistema occidental que divide la vida en dos, una dualidad de bueno-Malo, éxito-fracaso, bonito-feo encajándonos en uno u otro dependiendo de nuestro ánimo.
Somos seres presentes, las cosas son y ya. No hay bueno ni malo. Las cosas son lo que son y depende de nosotros que interpretación les damos.
El juicio de valor es un juicio sesgado y loco pues presupone que la vida es un camino trazado y que hemos fallado/acertado en cumplir los requisitos. Prestarle atención a un guion ficticio sólo causará problemas, hay demasiadas variables en la vida como para que haya un mapa hacia el “éxito”. Trazar un plan es tanto o más aleatorio que quien fluye. La planificación y expectativas solo nos dan una falsa sensación de seguridad, parte de la implantación escolar en donde los resultados son el producto de una sumatoria de requisitos donde si cumples X tareas, tendras X de nota. La vida no funciona así. A veces lo que pensamos que es un paso para detrás es un paso hacia delante.
No nos liberamos de las convenciones despreciándolas sino evitando ser engañados por ellas. Viviendo en sociedad según las normas sociales pero con el conocimiento del verdadero significado de cada norma pues de esta manera tendremos una vida social sana y una vida mental sana.