Aunque esta frase de una impresión redundante, es un énfasis necesario ante la mentalidad actual de que “todo es posible”. Una Tendencia hollywoodense donde todos creemos poder vencer a Mohamed Ali con 5 meses de entrenamiento por el simple hecho de estar determinado a ello.
La realidad es que en la vida: Hay lideres y hay seguidores.. Por definición no todos pueden ser extraordinarios. Puedes forzar todo lo que quieras y puedas, pero si no lo tienes simplemente no serás extraordinario.
Nacemos con un paquete determinado y este es quien tiene la última palabra en cuanto a nuestras posibilidades y techos. Por ejemplo si Quieres ser un Shaquille O’neal (basketbalista estrella) pero tienes un tamaño de 5’3 por más entusiasta que seas no podrás lograr tu meta.
Muchas personas se rompen tratando de hacer cosas que a otro le sale naturalmente. He visto entusiastas deportivos entrenar día y noche para vencer a otra persona que nisiquiera practica y los he visto frustrarse perdiendo, chocando de golpe ante la realidad de su inferioridad. Ignoran el feedback de que no son tan buenos y fantasean con la victoria mundial.
No me malinterpretes Todos somos especiales.. Dios le da a cada quien ciertas habilidades y dotes que otorgan la posibilidad de ser de elite en algo ya sea un deporte, arte o un trabajo pero lamentablemente estas habilidades no tienen ojos y por tanto no todas pueden capitalizarse en una profesión de alta paga.
Todos queremos ser futbolistas, doctores y actores y esta alta demanda produce la ilusión de que las únicas habilidades valiosas son las asociadas a estas profesiones. La verdad es que todos los talentos son valiosos. Algunos nacen con dotes para hacer arte mediante el origami pero no llegan nunca a explotar su talento debido a que no es valorado y por ende no despierta interés.
Esto da lugar a que haya mucha Insatisfacción en el mundo ya que si se nace tiburón lo que se tiene que desear es a nadar bien no a volar alto. Si focalizas tus talentos en la disciplina correcta puedes lograr algo sino no.