Luego de terminar una partida de ajedrez con un compañero este me dijo que en una ocasion yo le había puesto en jaque mate y no me di cuenta.
Revise la partida y efectivamente el juego pudo haber durado mucho menos tiempo: había un obvio jaque mate en mi tablero. Conocía ese jaque mate como la palma de mi mano y varias veces lo había efectuado pero en aquel momento estaba ciego.
Aunque estemos preparados y sepamos las respuesta a muchos de los problemas una vez lo tenemos al frente puede que no lo reconozcamos por una neblina de presión o multiplicidad de factores distintos. Con deshacernos de la neblina podemos ver el problema y resolverlo para ello necesitamos de inteligencia emocional.
En mi caso, Me ofusque tanto en una jugada futura que deje de ver lo que tenía a una jugada de distancia: la victoria. Quizás en la vida también nos adentramos tanto en nuestras ambiciones y planes que se nos olvida disfrutar lo que tenemos justo al frente que nos lleva a la mayor victoria: familia, salud, amor y demás.