En el reino animal existen especies de todos los tamaños y habilidades. Algunos son grandes otros pequeños pero no siempre lo más pequeños son débiles ni tampoco los más grandes fuertes. El físico y los dientes no son determinantes para saber cual es el depredador superior.
Casi todos los animales tienen dientes para morder y extremidades para golpear pero solo unos pocos los usan.
El elefante corre cuando ve un ratón. Aún cuando podría pisarlo fácilmente y acabar con la pequeña amenaza por otro lado el toro cuando ve una amenaza no huye sino que corre a la acción para defender a las vacas.
Ahí radica la diferencia entre los animales más arriba en la cadena alimenticia: el estado mental y la actitud. El elefante podría fácilmente vencer a muchos depredadores pero en el no está la valentía, la ambición y la confianza.
Esto no es exclusivo de especies y se puede aprender. El perro que pastorea, es desafiante y firme con los lobos que pretenden comerse a una de sus ovejas. Esta actitud es suficiente para repeler el ataque de muchos lobos.
Creo que en la especie humana el mismo factor determina quién triunfa y quien no. Al igual que en el reino animal, entre los humanos existen personas con una inteligencia superior, mejor físico y más rapidez pero esto no es determinante para saber si es exitoso o no. Es la actitud y el estado mental de ganador el factor más importante para triunfar.