El saltamontes se encontró con un mosquito, ante su eminente muerte el mosquito le dijo al saltamontes que él no rea tan nutritivo que saciara su hambre con cualquier planta, el saltamantes se lo comió.
El ratón asecho al saltamontes. Ante la mirada fija del roedor, el saltamontes le pidió que tuviera compasión que él tenía familia y que debía cuidar de ellos, que ya disponía de suficiente alimento con los desperdicios humanos como para tener que asesinarle. El ratón se lo comió.
El ratón tropezó con la serpiente. Por más que corrió no pudo escapar, le pidió que no lo matara que no era justo acabar con su vida así, que aún no era viejo y tenía grandes planes por delante. La serpiente se lo comió.
La serpiente estaba Deslizándose con la barriga llena, cuando una águila la agarro entre sus garras con el fin de dejarla caer desde lo alto. La serpiente le dijo: por que un animal tan superior como tú, va a recurrir al asesinato? Déjame bajar y no ensucies tu consciencia conmigo. La águila lo dejó caer y se la comió.