La felicidad es un invento. Es el cielo en la tierra, no existe. Es una palabra que causa mucho daño porque es tan poco concreto su significado que la atamos a situaciones y sentimientos erróneos. Existe la alegria, existe lo bello, existe el placer, existe la satisfacción pero la felicidad no.
Lograr algo importante y sentirnos bien, no es felicidad es placer fruto del orgullo y la estima propia. Solemos confundir la felicidad con el placer y la infelicidad con el dolor, cuando estos son dos estados independientes.
La vida se reduce a la búsqueda del placer y la evitación del dolor. Estos son los algoritmos del código humano: los cueles tienen matices y cada matiz es una emoción diferente.
Nuestro sentimiento diario de “felicidad” no es felicidad si no que es el placer de tener nuestras necesidades cubiertas y la falta de su antagonista: el dolor. Asi mismo ese placer diario que no viene de un acontecimiento es producto de los genes, los cuales nos otorgan un mínimo por defecto y si corremos la suerte de ser alto.. tenemos la sensación placentera de que somos “felices”. Pero si por lo contrario genéticamente somos tendentes a la depresión y la melancolía o no tenemos un mínimo por defecto de dopamina/ placer sentiremos de manera habitual que somos “infelices”.
La palabra felicidad es quizás la mas utilizada de nuestros tiempos, es siempre la respuesta a nuestros problemas.
“Se feliz..” ,“haz lo que te haga feliz” o “encuentra la felicidad” son frases cliché que nos señalan lo importante en la vida: la felicidad, somos bombardeados desde pequeños para buscarla y es por eso no me resulta raro que sea la meta final de todos los seres humanos.
Pero la felicidad es una palabra peligrosa es una herramienta que se utiliza como una zanahoria para mover el burro a donde se quiere. El nuevo iPhone, la Coca-Cola, las vacaciones en Hawai o el nuevo programa están atados a este concepto de alcanzar mediante ella la felicidad. Incluso el orador que con su espiritualidad te dice que “la felicidad está en ti” usa de su versión de la zanahoria para moverte a donde te necesita “comprar su curso”. Ni la Coca Cola ni disney ni Tony Robbins te llevarán a la felicidad una vez hagas lo que te piden.
Asi mismo los consejos para la felicidad: Da una caminata al aire libre, pasa tiempo con tu familia , valora las relaciones, vete de vacaciones ect.. son erróneos y están mal guiándonos, pues todas estos consejos nos dirigen a ningún lugar, un mapa que te lleva a algo que no existe es una pérdida de tiempo.
En ves de irte a la playa para ser feliz deberías de hacer lo que tienes que hacer para sobrevivir o hacer aquello que tú cuerpo te pide que hagas.
Saber esto nos libera a realizar lo que realmente queremos: No camines al aire libre si no puedes o quieres, no pases tiempo con tu familia si son tóxicos, no compres un vuelo a Hawái si no tienes el dinero… no sigas los pasos correctos que te llevarán a ningún lugar.
Lo importante es salir de este licuado de hechos fortuitos que llamamos vida guiándonos con la brújula de lo que sentimos correcto.
La Felicidad: Es una distracción de lo que realmente importa vivir. Vivir por vivir.