El progreso es hoy la meta última. En el plano personal o refiriéndonos a un grupo al que pertenecemos nuestro deseo es siempre progresar.
Aunque todos nos pasemos persiguiendo el progreso nunca lo obtenemos porque el progreso es en realidad una ilusión. Y esa es la ironía del progreso: no hay progreso. Estamos siempre en el mismo lugar.
Aunque sintamos que estamos avanzando no lo estamos haciendo, lo que en realidad está sucediendo es que hemos redistribuido nuestros recursos para potencializar un área de nuestra vida pero a expensas de otras. En otras palabras: Aquello que llamamos progreso es la redistribución del pastel pero el pastel sigue siendo el mismo, tiene el mismo peso, solo que está presentado diferente.
Imagínate que estás controlando un avatar en un juego de computadoras. Tienes 100 puntos que puedes utilizar para dar a tu avatar más habilidad en una de muchas de las áreas de habilidades que son susceptibles de cambios. Utilizas esos 100 puntos para darle 100 en la barra de “salud” si luego tomas 50 de esta barra de “salud” y se lo pones a la barra de “velocidad”, tendrás 50puntos de velocidad ,algo que no tenías, pero en realidad aún así no progresaste pues sigues teniendo 100 puntos en total.
El que nunca sale de su casa, puede ser visto como un perdedor, pero en realidad no ha perdido nada sigue estando tan avanzado como el más aventurero. Porque él obtiene en cambio muchas cosas que el que sale de su casa se pierde. El pastel se mantiene para todos con el mismo peso aunque se vea distinto. El pastel es lo que es porque nuestro tiempo es finito.
En lo macro también es así. Cuando el ser humano inventó el vehículo, se suele decir que progreso, pero en realidad no lo hizo, porque al moverse en carro perdió el fruto del movimiento físico. Cuando el ser humano salió de la aldea perdió: el sentido de pertenencia de la comunidad, las relaciones fuertes y en cierto modo la dureza para en cambio ganar miles de cosas más. Realmente no hay progreso hay redistribución de lo que tenemos a fin de que nuestros recursos vayan a lo que percibimos como lo que es importante.
El progreso es una palabra inventada al servicio de quien la utiliza. No existe el progreso.