Es común ver a personas de ambición, vender su producto, visión o proyecto como uno inspirado en sus buenas intenciones o consecuencia de una experiencia reveladora que lo hizo perseguir un sueño justo.
Los primeros que me vienen a la mente son los empresarios pues es una tendencia actual hacer negocios con una misión social cautivadora. El ofrecer una causa importante se ha convertido en parte de la propuesta de valor de las nuevas empresas.
Estos empresarios “woke”, responsables o conscientes venden su negocio con una historia de origen bonita, remitentes de un mandato divino concretizado en su juventud a través de una experiencia con alguien pobre, enfermo o menos afortunado.
Aunque su misión social es mercadeada mas que el producto o servicio de su empresa en realidad todo el discurso poético es mentira, el interés real del empresario es hacer dinero. Esta persona escogió ese negocio y no otro por qué considero que allí le iría mejor, decidió emprender en el negocio de la salud por la oportunidad específica de él y sus posibilidades en ese mercado no porque su primo tuvo cancer.
El hecho de que se ayude a otras personas es un valor extra para el fundador pero no es y no será nunca la razón primaria de su emprendimiento. Si realmente crearía lo que dice haría voluntariado o expresaría su apoyo de otra manera. De lo que realmente se trata es de egoísmo económico puro y duro por eso se abre la empresa. Y eso ESTÁ BIEN! las personas deben de hacer dinero y hacerlo a través de una empresa cuyo futuro y decisiones depende de ti es hermoso pero la historia de qué haces una empresa para ayudar a crear empleos o para ayudar a los pequeños empresarios es una mentira inspirada en beneficiarse a uno mismo y a la empresa (Beneficiarse doblemente).
Los empresarios no son los únicos que se sirven de las buenas intenciones dejando entrever su corazón de oro para beneficiarse. Otro ejemplo de estos son los políticos quienes siempre tienen el rarísimo don del servicio, nacieron para ayudar a la comunidad y siempre son los más patrióticos. Estás personas dan la impresión de que viven del oxígeno y no lastimarían ni a una mosca si es nacida en su país. La verdad es que este discurso solo es palabrería que los beneficia frente a su electorado. Todo político quiere poder! Su razón principal es el poder no la gente. Que en su búsqueda de poder se beneficie a sus compatriotas es un valor extra para el político más no su principal.
Podría seguir profesión por profesión pero creo que ya se entiende el punto. Creo que debemos de ser conscientes de las verdaderas motivaciones de las personas para así poder verlas mejor. Veo mejor un político que dice que cree que puede hacerlo mejor estando él en el poder y un empresario sincero que busca su dinero y no miente sobre su motivación que otros que mienten Sobre sus intenciones. La honestidad y el respeto a la inteligencia humana deben de ser preferibles a la verborrea egoísta y engañosa.