Esta frase es lo que debemos de decirnos ante la excusas que preceden el incumplimiento de algo que esperábamos. Las excusas varían entre falta de tiempo, falta de energía o emergencias.
Cuando alguien no puede hacer algo realmente lo que quiere decir es que no eres su prioridad.
La boca puede hacer los sonidos más bellos para nuestros oídos pero si lo que se dice no se transmuta en hechos se trata de alguien que realmente no quiere hacer lo que le corresponde.
Siempre podemos hacer las cosas, por más ocupado que estemos, por más cansado que nos sintamos, siempre hay tiempo suficiente.
Lo qué pasa es que el lente con el que se miran las situaciones que deseamos o nos agradan es distinto al lente que nos ponemos al lidiar con situaciones que no nos agradan o que no deseamos.Cuando se trata de algo que deseamos y queremos vemos todo con la mentalidad de la posibilidad, nada es demasiado ni suficiente. Más si se trata de algo que no deseamos la indiferencia y la vagancia ganará.
El cálculo es intuitivo pero exacto si el costo de hacer las cosas que corresponden es mayor que el beneficio esperado la persona no hará lo que esperamos.
Esta en ti si refugiarte en una feliz mentira y aceptar las excusas.