Siempre trato de tratar a mis compañeros de trabajo como me gustaría que me trataran a mi, de una manera justa y amable.
Es por eso que con mis compañeros de trabajo caigo bien y esto como es natural en un intento de reciprocidad por parte de ellos de hacerme sentir bien.
La manera elegida de muchos es ayudándome en mi trabajo y echándome una mano. Pero creo que aunque esto es una ayuda de buena voluntad y de un fin deseable: “hacerme la vida más fácil” produce exactamente lo contrario. Es un entorpecimiento de mi labor ya que esa ayuda produce efectos no deseables como: sacarme de ritmo, bajar la calidad del trabajo, hacer las cosas diferentes, desorganizar mis materiales, confucion ect.
Sospecho que esto se puede extrapolar a otras muchas áreas.
Por ejemplo el estado en sus ganas de hacer el bien a un sector de interés nacional, tiende con su buena voluntad a “ayudar” con políticas que si bien favorecen el sector es en sí un entorpecimiento que a largo plazo tiende a perjudicar.
Las ayudas son una intromisión y Toda intromisión resulta en un cambio en el ambiente. Afectar un ambiente desde afuera es una mala política porque sólo el que está adentro “ahí en primera persona” es quien tiene la capacidad de tomar decisiones y tácticas en base a lo que ve, a su estrategia y su visión general.