Todo lo que se realiza con confianza en uno mismo aumenta en sus probabilidades de éxito. Todo lo que se hace con desconfianza se realiza a medias y con dudas. La desconfianza es la semilla del fracaso.
No realizar algo con confianza implica miedo. El que no confía en si la realización de una tarea es beneficiosa o puede es “posible hacerse” en su base lo que está diciendo es que teme. El miedo es en si mismo un pensamiento distrayente del “aquí y el ahora” , una desconcentracion que impide disponer de nuestro 100% hacia la tarea.
La desconfianza es un creador de problemas ficticios. Ella siempre está antes o durante la acción al margen del resultado, no existe nos lo inventamos.
Quien actúa con desconfianza aún realizando la tarea correctamente y aunque la persona sea premiada este premio lleva los vestigios de su desconfianza, en su interior la persona cree que fue suerte y que no se debió tanto a su efectividad como a su timing. No pudiendo replicar el resultado pues la suerte no juega seguido. La desconfianza Es un círculo vicioso el miedo atrae el fracaso y el fracaso atrae más miedo.
La confianza es la puerta a lo bueno. Al hacer las cosas sin dudas ni titubeos podemos usar nuestra energía para la actividad en sí misma y realizarla mejor.La confianza nos hace perseverantes, nos empodera.
Debemos de ser cuidadosos y actuar con cautela en la etapa de planear pero una vez tomada la decisión debemos de ir con todo sin mirar atrás sin las preocupaciones y miedos característicos de la desconfianza por qué entonces obtendremos el fruto de la desconfianza que es el fracaso.