La “búsqueda de la felicidad” es una idea occidental que sostiene todo su sistema pero que es para muchos la principal causa de su infelicidad.
La “búsqueda de la felicidad” presupone que la felicidad hay que buscarla para encontrarla, algo así como la meta al final del camino. Esto es causa de insatisfacción porque asi como cuando el marinero busca el tesoro con un telescopio, lo ciega ante la posibilidad de que el tesoro esté en cubierta.
Si no encuentro la felicidad la seguiré buscando mirando a diferentes lugares, confundiendola con el placer, las cosas y las experiencias. Vacilando toda la paleta de posibles causantes de felicidad a fin de obtener el ilusorio causante a lo cual la mente se aferra como su única morada segura en medio del flujo de la vida.
Si fuéramos felices nos bastaríamos con nada, no tendríamos la necesidad impertinente de tener más. El sistema necesita de la confusión de la felicidad con la hormona de la dopamina porque La dopamina se puede comprar a través de las cosas y la realidad es que felicidad no.
La felicidad se vive con todo y sin nada. Aquí y allá. Con el o con ella. No hay que esperar la felicidad, ella está ahí para quien la quiera: en nosotros.