El marketing se ha convertido en parte esencial del negocio. Cada vez son más los administradores que destinan grandes cantidades del presupuesto a la publicidad. La meta es mostrarse a lo que de lugar.
El hecho de que un producto se mercadea mucho no es muestra de que es bueno es muestra de necesidad, las cosas no van bien. Si requieres de presencia y buena imagen entre el público es porque tu servicio no es tan necesario o de tanta calidad. El marketing serían las muletas para lo que no puede caminar solo.
Al diablo… si tú empresa no tiene un embajador o un letrero que grita quién eres. Si nadie sabe quien eres es porque no eres extraordinario ni excelente. Esto no significa que gastemos más en marketing gritando “cómprame” a cada posible comprador con la meta de lograr una compra impulsiva es más bien una señal de que deberíamos de destinar más recursos a la mejora del servicio o producto y así adquirir clientes fieles.