“El/ella cambio”
Es recurrente ver lamentaciones de este tipo. Cuando una persona encuentra la fama, el dinero o el poder suceden comportamientos camaleónicos, cambian de personalidad dejando de ser amables, justos o amigables. Pero Lamento decir que si lo dejaron de ser fue porque nunca lo fueron.
El dinero y el poder son amplificadores de tu persona. El arrogante sin dinero pasa desapercibido pero una vez lo tiene revela su verdadero ser. No es que cambio, es que se expuso. Esto porque las circunstancias son los rayos X’s que revelan lo que tenemos dentro.
Cómo evitarlo?
Ser observadores de las pistas que estas personas nos dejan con las pequeñas acciones y omisiones en tiempos normales. Aún así… la mejor estrategia para evitar la amargura es el desapego. Solo aquel que mira al otro con la certeza que no es nuestro y a sabiendas de que sus acciones están fuera de nuestro control, encontrará felicidad en cualquier circunstancia.