La historia personal es un registro subjetivo incompleto de lo que hemos vivido, una narrativa a medio camino entre experiencia e invento.
La historia personal tarde o temprano se convierte en un guion. Cualquier cambio en tu forma y comportamiento despierta alertas en la personas más cercanas. No es raro oír “ pero a ti no te gusta eso” “ tu no eres así” frases que inundan a todo aquel que se aparta de su historia.
El caminar por el mismo trayecto supone rigidez y falta de libertad. La historia es por tanto bajo mi punto de vista una cárcel de la que nos debemos liberar.
Es necesario parar nuestro incesante camino y pensar a donde vamos con tanta prisa porque puede que el camino que escogimos hace ya mucho tiempo no corresponda con nuestra visión.
La historia personal nos mantendrá estancados en lo normal y predecible. Esta zona de confort
El cambio es seguido de cambio. Solo aquel que se atreve a salirse de los mismos patrones recibe resultados distintos. Al final nuestra vida no cambia porque nosotros no cambiamos. El cambio es bueno.