Te has dado cuenta que cada vez que quieres hacer algo significativo, te saltan pensamientos de todo lo que puede salir mal?
Nuestro principal enemigo es nuestra mente ella nos presenta el ilusorio camino de lo que puede salir mal, las malas consecuencias de 2do, 3er nivel y cada detalle malvado que puede en sí afectar nuestra decisión negativamente. En sintesis, Utiliza tus más profundos miedos en tu contra con el fin de hacer su voluntad, no cambiar.
La mente sabe que no tiene la fuerza suficiente para ganarte Por eso evita una confrontación directa. Cuando ya estás decidido en hacer una decisión no recurre al miedo, cambia de estrategia por una de postergación. Tratando de si bien ya no cambiar tu decisión, al menos postergarla en la búsqueda de que aparezcan otros miedos más fuertes que puedan hacerle una mejor resistencia a tu cambio.
La mente no somos nosotros, ella es solamente una herramienta humana para pensar. Debemos de aprender a darle “off” cuando ya la hayamos utilizado, porque de no ser así utilizará el miedo y la ansiedad para hacer su voluntad.
Nos veremos negociando con ella para “mover la dieta para el próximo lunes”, “empezar mañana”, “quitar por aquí pero poner por allá” ect. Pero en realidad es lo mismo. Es retraso, es impedirte progresar basándose en el miedo. Cuando la mente quiera impedir tu progreso recuerda “no negociar con terroristas”