Logan Paul vs Mayweather o ya sea Jake Paul vs Conor Mcgregor es lo mismo son dos caras de la misma moneda.
Estas peleas son el fruto deportivo de algo que se viene cocinando desde hace ya varios años: La cultura de la generación papel de baño. Donde nos sentimos capacitados y merecedores de todo. Ninguna artesanía vale el tiempo para su maestría y cualquier disparate desechable quiere ser despachado con la etiqueta de genealidad.
Jake Paul y Logan Paul es una representación palpable de cómo toda nuestra generación esta enamorada del “Fast line” donde no se quiere bajar la cabeza, esforzarse y poner los números constantes para llegar lejos sino que se quiere el estrellato rápido. ¿Para que ganarse las cosas, si puedo saltarme el proceso y Comenzar por el final?
La verdad es que la simple idea de la pelea solo tiene sentido en las condiciones de nuestra época. No puedes comenzar un videojuego jugar varios niveles y ya querer pelear contra el “Boss” es una falta de conciencia y respeto generacional. Una autoconfianza que raya con la locura.
La impaciencia es estructural. Es muy peligrosa y aunque en este caso sólo saldrán heridos los paul ya la humanidad a sufrido las consecuencias de este paradigma generacional. Votando para la presidencia a Trump, alguien sin antecedentes políticos. Algo que solo pudo haberse dado en esta generación.
No valoramos la experiencia,no queremos esperar para obtener: la maestría, el premio, el trabajo, el ascenso. Tratamos de cosechar antes de sembrar la semilla. Un salto del proceso natural, peligroso que desembocará así como con los paul en un puñetazo en la cara. KO.